Tu tarde y la mía que fuera
de azul postizo
De sábado sobrio y funeral de verano
Tu tarde y la mía que no
se llenara de hojas
Y las regaderas, con polvo en las estanterías.
Tu tarde y la mía con fruta
inmadura
Y silencio de noche, sin tinta la pluma
Tu tarde y la mía sin blanco
sobre negro
Quemadas con hielo las palabras
Tu lengua y la mía sean
dos navajas
atajos acribillados a prueba de balas