Me tragas en los besos más truncados y se hastían los descansos naufragados.
Y lo que antes eran suaves y sedantes y bufandas con sus guantes,
ahora se me quedan despojadas las gargantas, estrujadas de miradas y mensajes.
Y cuando cabían los telares de tirantes y las yemas de los dedos delirantes,
se sumergen ahora mismo las miradas en mis gotas y los vacíos en mis hojas
Y me quedo, en seguida, sola y sin tus rosas.
Y si antes eras sangre de mi sangre delirante y humillante de burbujas
Ahora eres vacío sin congojas y relleno de misterios que vomitan las palomas